5/22/2012

Aberración Moral 2.0

¿Cómo se explica que un producto natural, que no produce daños ni mucho menos muertes, sea prohibido? ¿Cómo se entiende que además sea criminalizado? ¿Cómo se comprende que, uno al ser consumidor de tan preciado regalo pachamámico, sea perseguido por el Estado, como el peor de los delincuentes? Esa es la condición de la marihuana en nuestro país y en la mayoría, por no decir casi todas, las legislaciones del mundo.

En Chile la ley relativa a drogas y estupefacientes (la conocida “20 mil”), se aprobó sin ningún tipo de antecedente científico, entonces, ¿Cuál es el criterio (por ejemplo) para denominarla como "droga dura"? ¿Sabías que la ley 20.000 permite el consumo individual dentro de un espacio privado, pero castiga el consumo grupal ya que se presume que es un "consumo premeditado"? (el consumo individual vendría a ser espontáneo), "OH, encontré una pituza encima de la mesa enrolada por Nelson Ávila y suministrada por Ringo Star.” ¡ES ABSURDO!. No se castiga si fumas solo, pero si cualquier método para obtenerla.

Eso en términos recreacionales porque el uso medicinal SÍ ESTÁ comprobado científicamente, que en pacientes con esclerosis múltiple, cáncer terminal, VIH positivo y en muchas otras enfermedades ayuda a sobrellevar el dolor de mejor manera que drogas sintéticas con diversos efectos secundarios, daños colaterales que la marihuana NO PROVOCA. Para qué hablar de lo extremadamente provechoso de la fibra del cannabis. Con ella se puede desarrollar papel de mucha mejor calidad que la celulosa, ropa de mucha mejor calidad que el algodón, como también cuerdas mucho más resistentes, entre tantos otros posibles usos. Como ven la implementación del cannabis a niveles industriales hasta benefician y propician nuevas instancias de negocios, en las que usuarios tendrían más productos que consumir, empresarios más productos que vender y Estado más impuestos que recaudar.

A continuación intentaré esbozar un atisbo de respuesta a las preguntas formuladas en un principio. La autoridad estadounidense se vio amenazada por el movimiento contracultura de fines de los años sesenta del siglo recién pasado. Este movimiento criticaba al establishment en su conjunto, cuestionaba el exacerbado conservadurismo manifestado en la xenofobia en contra de los afroamericanos, el machismo y la discriminación a minorías sexuales (temas pendientes, aún 40 años después…) criticaba de manera radical la política exterior estadounidense y su intervención en Vietnam, como también se caracterizaba por una profunda crítica al modelo de sociedad construida y desarrollada por el capitalismo. Poco a poco este movimiento de características antisistémico fue posicionándose con fuerza dentro de la sociedad yanqui. Compuesto principalmente por jóvenes que creían en un nuevo orden social, se articularon como una fuerte oposición al gobierno que cada día sumaba más adherentes. Esto, representaba un peligroso ente desestabilizador, catalizador de un descontento que podría acrecentarse y perpetuarse en el tiempo. Ante esta peligrosa situación, el gobierno gringo, encabezado por Nixon, inicio una ofensiva para desarticular y deslegitimar este movimiento, para ello, una de sus principales armas fue la estigmatización de los jóvenes integrantes de este movimiento, caricaturizándolos y produciendo, en torno al consumidor, imágenes negativas como las de "drogadictos" "productos de familias disfuncionales" "escorias de la sociedad" “marihuaneros inútiles” "vuelve a ser inteligente..." (!). Un blanco perfecto fue Mary Jane. La ciencia se utilizó para decir que mataba neuronas y la fe, ambas al servicio del gobierno (¿qué raro?, nunca pasa...), se encargó de inmoralizar al consumidor de la planta. El consumo de marihuana se estigmatizó a partir de juicios absolutamente valóricos e irracionales. Se articuló un discurso por parte de la autoridad, en demasía violento en contra de quien fumase. Este se traspasó y reprodujo con mayor fuerza en el espacio privado de las familias, quienes influenciados tanto por el Estado (autoridad que opera mediante la ley) como por credos religiosos (autoridad moral, que opera a nivel de la conciencia) razón y fe unidos, jamás serán vencidos, ejercieron una violencia simbólica explicita y brutal en contra del “pecador marihuanero”. Se construyó una inmoralidad hacia quien fuese fumador de la hierba, posicionándolo directamente en la antípoda de lo "bien hecho" o del "deber ser". De ahí en más, EE.UU. ha sido el principal promotor de aplicar una política prohibicionista y moralizante, que encuentra en el gobierno de Reagan su materialización, satisfaciendo intereses económicos y partidistas.

La política anti-drogas prohibicionista fue y ha sido un rotundo FRACASO, el aumento del consumo ha sido sostenido, lo único que han conseguido ha sido el desarrollo de mafias cada vez más complejas que agudizan el problema de la seguridad pública, como también para justificar posicionamiento militar en Latinoamérica, afectando y pasando a llevar la soberanía de los países involucrados (Méjico y Colombia tienen bases militares gringas bajo el pretexto de "la lucha contra el crimen organizado" y ahora al parecer ya llegaron a Chilito, habría que preguntarle al Sr. Allamand). Pero claro, todo esto es excusa perfecta para los gobiernos, quienes siguen enarbolando una lucha contra las mafias (fundamentada por la política prohibicionista) destinando recursos inmensos que perfectamente podrían ir para educación, salud o vivienda. Ganan elecciones con discursos como "erradicaré la delincuencia de este país" "no permitiré que el flagelo de la droga, siga socavando nuestra nación"(¿y qué hacemos con tu hermano? a propósito... ese wn está en un congelador jaja). Esta es la razón por la cual es prohibida hasta el punto de criminalizarla. Mientras la prohibición sea rentable y siga permitiendo ganar elecciones, el cogollo seguirá estando subyugado y reprimido por una clase política plagada de moralismos decimonónicos, anacrónicos y cínicos, que en alianza con grandes grupos económicos, continuarán aplicando políticas prohibicionistas que sólo se traducen en utilidades para ellos, no importandoles en lo absoluto resolver realmente el problema de fondo.

La educación e información son el camino, la marihuana NO es una "droga dura", debatamos con argumentos seculares y racionales, de una buena vez. ¡POR FAVOR!. Soy optimista que en algún momento la razón prevalecerá por sobre el cinismo moral. El cogollo florecerá, se quemará y volará por las grandes alamedas. Exijo mi legítimo derecho a volar, explorar mi conciencia y viajar libremente! LEGALIZACIÓN AHORA!

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